martes, 25 de agosto de 2009

REALIDAD UNIVERSITARIA: El Comedor de nuestras Facultades


Pareciera que últimamente al momento de discutir o dar opiniones sobre la situación de nuestro comedor universitario fuera difícil tomar una postura segura. Analicemos entonces que es este comedor y por qué su existencia es tan importante para todos los que cursamos en la Universidad Nacional de Misiones...  
 El modelo económico, político y social implementado en la Argentina en los últimos años ha producido una verdadera transformación de la estructura de la sociedad, provocando inéditos niveles de pobreza, desocupación, marginalidad y profundos procesos de exclusión social.
La crisis socioeconómica general, evidenció y profundizó un proceso de diferenciación social que se sintió fundamentalmente en los sectores medios y bajos de nuestra sociedad.
Los universitarios no constituímos una excepción dentro del panorama social, por el contrario, muchos son los factores que condicionan nuestra permanencia en los centros académicos, además de la precarización de los recursos con los que se cuentan para un favorable desarrollo del conocimiento.
El empobrecimiento de grandes sectores sociales, atenta en la esfera de los hechos el principio de gratuidad y equidad que la Constitución Nacional en él articulo 75 establece para las Universidades Nacionales. Así mismo el art. 11 de la Ley de educación Nacional, establece: “Garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores mas desfavorecidos de la sociedad”. 
 Es en los hechos donde hay que dar las más difíciles de las batallas, única posibilidad de lograr el efectivo cumplimiento de estos principios, que impregnan todo el ordenamiento jurídico al que está sujeta la Universidad. Es por esto que la gratuidad del comedor, entre otras acciones, resulta imprescindible para garantizar un mayor acceso a la educación superior; dado que hoy un solo estudiante del sector de mas bajos ingresos logra acceder a la educación universitaria de cada ocho del sector mas alto, y eso sin contar los altísimos porcentajes de deserción (que es más fuerte entre quienes ven comprometida su permanencia por motivos socio-económicos).
 
La existencia de nuestro comedor universitario es un derecho porque hay una necesidad. Todos los estudiantes que lo necesitemos debemos poder alimentarnos en forma nutritiva y gratuita, y que de esa manera no se profundicen las diferencias sociales y económicas, sino que se tienda a aliviarlas.
Por otra parte, el comedor universitario potencia la integración entre el estudiantado de distintas facultades, constituyéndose como el espacio público generador de socialización, de asociación y de libre transferencia de ideas del que creemos nace la verdadera integridad intelectual que necesita nuestra Universidad hoy.
 Entendiéndose como una condición indispensable para alcanzar la excelencia académica una buena alimentación, el Comedor Universitario debe ser un emprendimiento propio de la Universidad, no tercerizado, y democrático, con representación de toda la comunidad universitaria.
Como el objetivo del comedor es abiertamente social, no puede ser pensado como un emprendimiento tendiente al lucro en ningún modo, donde las ganancias estén por sobre los objetivos.
Las Universidades tienen como funciones sustantivas a la docencia, la investigación y a la extensión del conocimiento. Ahora bien, ¿Podemos llevar adelante estas actividades sin una alimentación digna, que aporte nutrición y cuide la salud de nuestra comunidad universitaria? Es evidente que no; es por ello que consideramos al Comedor Universitario como elemento fundamental para el desarrollo de una vida universitaria plena. 
Todos somos testigos cotidianos de cómo la infraestructura, la calidad y cantidad de comida de nuestro comedor poco a poco empiezan a reflejar el ajuste general que toda nuestra Educación viene soportando hace años.
Son notorias las negativas o falta de interés de parte de los directivos de la Universidad y de las Facultades al momento de discutir mayor número de becas de albergue y de comedor o de tratar de mejorar mínimamente la realidad de los estudiantes que soportamos la difícil situación económica actual. No olvidemos la facilidad que estos mismos directivos tienen al momento de sucesos como el vergonzoso “autopago” que amenazó con dejar fuera de funcionamiento nuestras casas de estudio o al momento de recortar cada vez más los recursos económicos para ver día a día como nuestras aulas se caen a pedazos o como nisiquiera están en buen estado los baños o ascensores, ejemplos simples, si nos dedicamos unos minutos a indagar mas profundo en las miles de problemáticas que sufrimos TODOS los estudiantes en UNaM. 
  • ¿Vamos a permitir que el comedor sea uno más de los objetivos de suspensión o recorte presupuestario?
  • ¿Cuántas veces, por las más variadas razones, vos o un compañero pudieron comer gracias a este comedor, y asi poder optimizar horas de estudio, tiempos de clases o viajes desde donde vivís para volver a la facultad a la tarde?
  • ¿Te preguntas cuántos de tus compañeros o amigos estudian junto con vos gracias a este comedor?
 
 

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